SALUD Y BIENESTAR

Cinco formas en que la consejería facilita el cambio positivo

En la vida, muchas veces, nos encontramos en un punto del que no hay vuelta atrás. Realmente creemos que todos nuestros esfuerzos serán en vano. Sin embargo, no importa cuán oscuro se vuelva nuestro entorno, siempre hay una forma de guiarnos de la oscuridad a la luz.

Dicho esto, la consejería es ese rayo de esperanza que puede remodelar nuestras vidas. Tiene múltiples beneficios, el más destacado es ayudar a las personas a salir de circunstancias difíciles, ya sea la pérdida de un ser querido o problemas financieros.

La consejería ofrece herramientas y conocimientos que ayudan a manejar la salud mental y abre la puerta para redescubrirnos a nosotros mismos. Hay bastante estigma en torno a la consejería.

Las personas que buscan la ayuda de un consejero son consideradas no aptas y juzgadas en comparación con aquellas que no requieren el tratamiento. Ese no es el caso; contrariamente al concepto erróneo común, el asesoramiento es para personas con o sin problemas de salud mental.

A veces no podemos entender por qué actuamos como lo hacemos. Los consejeros con años de educación y experiencia entienden el comportamiento humano y explican mejor nuestros sentimientos. Explica por qué somos como somos y ayuda a desarrollar soluciones para superar los problemas de comportamiento.

Los seres humanos podemos llevar una vida saludable prolongada y contribuir a la sociedad si tratamos conscientemente de mantener nuestro bienestar. Parte de esto implica cambiar el proceso de pensamiento que afecta todos los aspectos de nuestro bienestar, desde el físico hasta el psicológico.

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A continuación se presentan algunas formas de obtener más información sobre cómo el asesoramiento ayuda a los pacientes a lidiar con el cambio.

1. Construyendo una relación

Establecer una relación consejero-paciente es el primer paso que conduce a un resultado exitoso. Es primordial que los consejeros profundicen en los problemas que afectan al cliente. En esta fase, los consejeros usan fuertes habilidades de comunicación que inculcan un sentido de confianza en los pacientes.

El consejero se enfoca en usar buenas habilidades para escuchar, dando al cliente la impresión de ser escuchado, lo cual es uno de los elementos cruciales para construir una relación sana y positiva. Relaciones terapéuticas son fundamentales para la consejería.

Una vez desarrollado, permite una mayor apertura, confianza y honestidad, que es lo que los pacientes quieren sentir cuando buscan asesoramiento. Allana un camino para que digan lo que piensan y sean quienes quieren ser sin juzgar.

La falta de una relación profesional cliente-paciente no deja margen para el progreso ni para el trabajo. Por lo tanto, es fundamental que para garantizar la satisfacción de las necesidades, se establezcan las bases de trabajo desde el principio.

2. analizar el problema

El siguiente paso para gravitar hacia el cambio es profundizar en la comprensión del problema. Eso es extraer información pertinente que podría ser útil para concluir el problema. Durante esta fase, el consejero se aferra a cada palabra mientras el cliente continúa expresando sus preocupaciones.

Como consejero, es fundamental comprender que ayudar a los pacientes requiere crear un entorno para los pacientes que les permita exponer todo. Aunque es un enfoque evidente, los consejeros deben asegurarse de que el enfoque esté en los clientes. Mantenga el foco en los pacientes desde el comienzo de la sesión hasta el final.

Solo puedes analizar y encontrar soluciones a los problemas si trabajas duro para entender a los clientes. La falta de comprensión conduce a la falta de comunicación, complicando aún más las cosas e impidiendo el progreso hacia las metas del cliente.

3. Establecer metas

Una vez que se ha encontrado la causa raíz, el siguiente paso para aceptar el cambio es establecer objetivos realistas. El elemento clave de consejería efectiva es establecer metas que sean más fáciles de lograr para el paciente.

Para lograr los resultados deseados, el proceso de establecimiento de objetivos debe realizarse con un esfuerzo de colaboración. Las acciones son más importantes cuando se trata de establecer y lograr objetivos en la consejería que las palabras.

Aunque el establecimiento de objetivos SMART es una idea de la dirección corporativa, es un buen marco de referencia para cualquier propósito de formación de objetivos. No tener un conjunto definitivo de objetivos solo hace que la terapia no tenga éxito.

4. Tómese un tiempo de espera para cuidarse a sí mismo

Independientemente de la naturaleza del cambio, el cuidado personal a menudo se descuida durante el proceso de cambio, incluso si es para nuestro bien. Para ayudar a hacer frente a todo el proceso, los clientes deben prestar atención a cuidarse a sí mismos.

De esa manera, equipa a los pacientes para manejar las emociones que resultan del cambio. Se asume principalmente que el autocuidado es una recompensa, pero los pacientes y el consejero deben entender que es un cuidado muy necesario proporcionado por el individuo.

Se trata de priorizar sus necesidades y tomar medidas para satisfacerlas. Algunos consejos de cuidado personal que los consejeros pueden recomendar a los pacientes incluyen dormir lo suficiente, lo que afecta significativamente el estado mental de un individuo.

Además, comer bien y hacer ejercicio regularmente son consejos de cuidado personal que los pacientes deben recordar. Al final, un paciente tiene éxito con la terapia si sabe lo que se necesita para lidiar con sus emociones.

5. Aceptación

El cambio es inevitable, pero lo más difícil es aceptarlo, aunque sea positivo. Es la naturaleza humana resistir lo que está fuera de nuestra zona de confort. El proceso de cambio puede ser incómodo, pero debemos dejar atrás los patrones que obstaculizan nuestro crecimiento.

Dicho esto, la mejor manera de incorporar el cambio es buscar la ayuda de un consejero. La aceptación viene con mucho esfuerzo por parte del paciente y del consejero. Si bien reconocer sus comportamientos pasados ​​es una forma de autorreflexión, pasar demasiado tiempo reflexionando sobre ellos solo dificulta el avance.

Suena a cliché, pero la verdad es que cada final es solo el comienzo de un nuevo capítulo. Este tipo de mentalidad brinda a los pacientes un nuevo comienzo. Aunque las circunstancias pueden ser nuevas, todo el proceso en sí mismo es familiar. Después de todo, hacemos transiciones en diferentes etapas de la vida, ya sea cambiando de escuela o de trabajo.

Un cambio, especialmente uno positivo, es para el bien del paciente, y mientras más vacilación muestra un paciente en aceptar el cambio, más probable es que evite que ocurra un cambio.

En comparación con la idea, el trabajo real de pasar por un cambio requiere mucho esfuerzo. Esos esfuerzos brindan resultados fructíferos cuando un consejero entra en escena. Sin la ayuda del consejero, las personas pueden sentirse perdidas o, en algunos casos, tener dificultad para aceptar la dirección que está tomando su vida.

El proceso de cambiar positivamente la vida de las personas implica varios pasos, desde la construcción de relaciones profesionales hasta el análisis de problemas y el establecimiento de metas. Cada paso es un trabajo colaborativo tanto para el paciente como para el consejero.

Independientemente de las circunstancias, un consejero puede guiar a las personas para ayudarlos a transitar un período en particular de manera saludable.

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